Igual tienes la sensación que has llegado a tu tope en el mercado nacional. O quizá piensas que tu oferta de productos y servicios son aptos para nuevos mercados en vista del crecimiento que tiene el eCommerce a nivel mundial. En cualquier caso, si vas a abrir nuevos mercados extranjeros online, hay unas cosas que deberías considerar antes de lanzarte a la venta internacional.
- Establecer si la venta en el extranjero es factible para tu negocio. Vender en un mercado que no es el tuyo local tiene sus retos. Lo primero que tienes que establecer es si es una opción viable para tu empresa. Es posible que ya tienes ventas fuera del territorio nacional de tu país. Una manera fácil de establecer por donde se debe de empezar con una posible expansión es mirando tu tráfico web actual en Google Analytics.
- ¿Tienes visitas web que provienen de otros países? ¿Hay algún patrón? Por ejemplo, si tienes un eCommerce en España, quizá notas que tienes muchas visitas de México y Portugal, y de ese tráfico, los visitantes lusos compran a veces, a pesar de que tu sitio no tiene una versión portuguesa.
- ¿Qué carga logística suponen esos compras extranjeras y tiene lógica enfrentarlas? Probablemente es más económico y menos complicado realizar envíos desde España a Portugal que a México. Sin embargo, si crees que el volumen de ventas en México puede ser muy alto, quizá vale al pena encontrar una solución de logística y envío que se adapta bien al mercado mexicano. Puedes usar un partner local para servir pedidos en un mercado determinado donde sabes que tienes mucho volumen de clientes y ventas.
- ¿Tienes la infraestructura necesaria para servir correctamente a estos nuevos mercados? Si en España decidimos que queremos vender en Portugal y Brasil, deberíamos tener claro que nuestras operaciones diarias no se verán superadas por la traducción y localización de contenidos, la fluctuación de divisas o bien la logística de envíos. Si no, corres el riesgo de frustrar tanto a tus empleados propios como a los clientes en estos nuevos mercados.
- Tener muy claro los costes que la venta internacional te va a suponer. Sabemos que el envío a países extranjeros es más costoso, puede tardar más y resultar en pedidos que no llegan y que requieren una devolución de dinero. Por no hablar de los costes internos de páginas web multilingüe, etc. La expansión afectará a tu margen si no tienes una estrategia que toma en cuenta estos costes adicionales.
- Sabemos que muchos compradores abandonan el carrito cuando el envío no les sale gratis. Deberías tomar en cuenta el precio de tu producto, envío e impuestos y claramente detallar esta información en la cesta de la compra. Así los usuarios también tendrá claro tu oferta y tendrás menos problemas de servicio al cliente. Lo mismo pasa con el tiempo de envío: es mejor ser honesto y transparente con tus tiempos de envío y entrega.
- Invertir en la localización. Muchos retailers que tienen una tienda online tiran de la traducción automática de Google Translate. Generalmente, esto resulta en una experiencia pésima para el usuario y una pérdida de confianza que resulta en el abandono del sitio web. Si no ves que te sale rentable localizar tu web en varios idiomas, puedes hacer una versión “internacional” en inglés pero que contempla divisas locales.
- También es importante saber los costumbres de pago en cada mercado. En algunos países la gente prefiere pagar con débito directo de su cuenta bancaria, en otros prefieren PayPal o tarjetas de crédito. Asegúrate de tener activados los métodos de pago preferidos.
- Estudiar el contexto regulatorio del nuevo mercado. Algunos países tienen políticas firmes sobre los derechos de los consumidores, las políticas de devolución u otros aspectos del comercio electrónico. Es importante familiarizarse con estas reglas para no tener problemas legales.
Finalmente, recuerda que no tienes porque pasar de servir un solo mercado a 193 mercados. Empieza donde tiene más sentido o donde ya te conocen, los países donde tienes más probabilidades de prosperar.
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