Como agencia de marketing digital, actuamos en un ámbito caracterizado por un cambio constante y aparición de nuevas tendencias. Si echamos un vistazo en los textos publicados en nuestro campo, salta a la vista la palabra “ágil”. En el futuro, si nos fijamos en la historia de nuestro sector, las organizaciones que se basen en estructuras y procesos ágiles, serán nuestra principal característica.
Pero, ¿qué es lo que se esconde atrás del fenómeno de la “agilidad”? Ante todo, se refiere a una minimización de los límites y obstáculos en nuestra labor cotidiana, con el objetivo de actuar de una manera más ágil y flexible y responder a cierto tipo de acontecimientos. Para nosotros, siendo una agencia, un mayor grado de agilidad es extremadamente importante, ya que nos brinda la posibilidad de responder a las necesidades individuales de cada uno de nuestros clientes.
Idealmente, la agilidad se podría dividir en dos niveles: en el primer nivel nos encontramos con una actitud ágil básica en cuanto a las jerarquías planas y una “solidificación” de la estructura que yace en el fondo del equipo y la organización, para poder desarrollar las capacidades individuales de cada empleado de la mejor manera. Esto nos lleva al segundo nivel: los empleados orientados hacia el sector digital prestan especial atención en condiciones laborales flexibles y muestran una mayor autodeterminación hacia el desarrollo cultural, agilizando de manera decisiva nuestra economía.
Muchos managers se ven afectados por la presión aumentada de una mayor agilidad e invierten, de manera accionista, en estructuras flexibles. Si los medidas a corto plazo dirigidas a los clientes son suficientes, esto no viene al caso, puesto que la agilidad se expresa a través de una única filosofía corporativa. De hecho, la así llamada “agilidad” forma parta de nuestro ADN.
Aunado a nuestro núcleo de empleados fijos, nuestra red internacional de especialistas nos ha brindado la posibilidad de crear un equipo individual para cada proyecto, adaptado a las necesidades y al estatus del cliente. En este proceso, no tomamos en cuenta la procedencia de nuestros clientes. Nuestra tendencia natural es un pensamiento global y contamos con expertos en marketing en todos los mercados relevantes de Europa y Norteamérica. Así hemos empezado y así seguimos trabajando.
En el centro de nuestras acciones se encuentra el cliente y la meta de alcanzar nuestros objetivos corporativos junto a él: con esto basta. Si al mismo tiempo podemos servir como ejemplo de la agilidad, aún mejor.